Necesitaba un espacio-tiempo donde
transformar todos mis impulsos,
ideas y sentimientos en pura libertad,
pudiendo vomitar mis propias tripas,
sin el menor asco ni miedo, hacia nada ni nadie.
Emborrachado de curiosidad, ambigüedad y rabia,
quiero que mi mano conserve el hedor
a necesidad y pasión que siento
por el simple hecho de intentar,
de describir una sola gota,
que muchas veces es tan grande
como el mismo océano del que forma parte.