Y ya...solo queda creer que puedo decidir,
joder ni siquiera llego a elegir.
Convertidos en jonkies de soluciones
y esas mentes solo piensan en preparar superecuaciones.
Supercírculos-generadores contenedores de emociones
suena la música, y la mente poliedrica se libera de tensiones,
super ritmos dirigen el caos diario,
peligrosas decisiones disfrazadas de simples notas aleatorias.
Un alma grita y tu cuerpo ni siquiera mira...
llega la hora de la verdad
donde se cuece el potaje,
fideos de números,
bañados en inflamable caldo derivado bancario.
Los dedos culpables ya solo aprietan,
los ojos inocentes se estremecen,
El autoengaño es bien fácil,
lo importante es que el pantalón nuevo tiene la etiqueta que quieres.
Simples gotas que desbordan mares,
sollozos de guerras brutales,
creo que lo de menos es escupir sangre...
y en el confesionario,
delincuentes disfrazados de fina seda ética
tod@s bien elegantes y muy muy tranquilos.
Bajo los ojos del fabricado Dios
solo hemos comido a un semejante sin etiqueta,
parece ser que este no cuenta.
